Y por fín llegó la última etapa, la quinta, en la que iba a
llegar a Santiago... estaba nerviosa por encontrarme allí a Celia y a Antonio,
y emocionada por conseguir mi reto personal.
Me levanté, como todos los días, sobre las 8. Había dormido
en el Hostal Platas, que está estupendo, limpísimo y de sobra para lo que yo
necesitaba. Por cierto, me dieron una habitación que daba a la parte de atrás,
con unas vistas a un bosque verde inmenso que no tenían precio. Me llamó la
atención que en el baño tuvieran un cartel que decía que por favor la gente no
usara las toallas blancas para el uso de betadine y demás productos, que por
favor pidieran gasas en recepción. Las toallas del hostal eran blancas e imagino
que a estas alturas del Camino ya había mucha ampolla que curar y mucho
destrozo en los pies, y me temo que también en las toallas.
Mis pies estaban perfectos, como si viniera de dar un paseo
por la playa... Increíble. Imaginio que unos buenas zapatillas que me regaló mi
chico más el aceite de romero bien untado antes de ponerte el calcetín han
hecho que no hayan sufrido nada. He tenido agujetas , pero nada de ampollas,
eso es verdad y hace que mi camino haya sido mucho más placentero... De hecho
este último día la gente iba andando como podía, unos con zapatillas de tiras
de velcro, otros con chanclas.... e incluso vi una señora con zapatillas de
casa, de esas de cuadros marrones totalmente cerradas con suela de goma. Cada
peregrino llegaba como podía, pero llegaba, eso era lo importante.
Bajé a desayunar al bar de al lado de la Pensión, estaba
concertado el desayuno con ellos, y me sorprendió que no hubiera nadie
desayunando. Pregunté y me dijeron que muchos peregrinos se habían ido a las 6
de la mañana, querían llegar a la Misa de la Catedral de por la mañana.... con
lo cual me sentí como la última peregrina de la tierra... más sola que la
una desayune´y más sola que la una salí de Pedrouzo, un pueblo que tampoco vale
gran cosa, la verdad.
El primer trayecto de la marcha , también por un bosque
maravilloso, como de cuento , lo caminé sola. Fue como una hora o así, muy
cerrado , lleno de musgo y donde no podía entrar ni un rayo de sol, así que
hacía bastante frío. Disfruté viendo la forma caprichosa de los árboles,
el musgo.... la naturaleza tan verde e inmensa que había. El Camino me había
regalado otro día de sol precioso, soy una suertuda !!!
Ya me dijo una chica de la zona que para que eso estuviera
así, tan verde ESPERANZA, se necesita mucha lluvia...era el peaje que los
gallegos tienen que pagar para tener esa maravilla de paisaje.
Después de esa hora de relax y de disfrute del paisaje crucé
una carretera y salí a una zona más abierta donde ya había solecito, y donde
había un bar y una terraza estupenda a pleno sol.... llena de extranjeros!!!!
Me hace una gracia que vean una terraza al sol y se hagan fuertes. Todos con
sus cafés, cervezas, en camiseta y disfrutando de ese rato de sol para llenarse
de energía. Todos riendo y felices porque ya quedaba poco para Santiago. Esta
etapa eran solo 20kms. y pico, hasta la Catedral unos 22... pero se
hacían con la ilusión de llegar a la Meta propuesta. Entré al baño del
bar y seguí mi camino.... iba con la ilusión de llegar a Santiago para ver a
Celia y a Antonio, y no quería que se me hiciera muy tarde. Confieso que estaba
nerviosa.
Hoy hacía más fresco que otros días y viento, pero el cielo
seguía estando azúl. Vaya regalazo de semana, ni encargándola la hubiera
conseguido tan bonita.
Empezamos unos tramos de subidas y bajadas donde los
peregrinos que me iba encontrando iban más o menos despacio, así que nos
cruzábamos varias veces. Yo paraba a quitarme el forro, o ellos paraban a beber
agua, o lo que fuera... así que te cruzabas y te sonreías varias veces, ya con
la ilusión de que la meta estaba cerca. Hoy más que "Buen Camino"
tocaba decir ¡¡Animo, que ya estamos!!. En el día de la llegada a
Santiago las sonrisas eran , si cabe, más grandes que el resto de los días, y
eso que los compañeros iban bastante más jorobados... mucha cojera, en general,
mucho apoyo de bastones... se notaba que algunos ya iban en las últimas, pero
aún así sonrisas enormes. Qué gozada. Yo iba a hacer 111,5 kms , pero había
gente que venía de mucho más lejos.... De hecho , sellé mi credencial en
Santiago junto a un señor que se había hecho 1.000 kms a pie y estaba como una
pera, con un orgullo que no le cabía en la casa del Peregrino :)
Cuando pasé por Lavacolla empecé a oir los aviones y ya
pensaba en mis chicos volando hacia Santiago, en un rato les vería. Es
impresionante los símbolos que sigue habiendo en el Camino. Toda la verja que
rodea el aeropuerto está llena de cruces hechas con dos palos de madera y
enganchadas a la verja. Muchas veces no ves los símbolos oficiales, las flechas
amarillas del camino, pero cuando ves estos símbolos que los peregrinos van
haciendo, sabes que vas por el sitio correcto.
Confieso que a veces, al ir sola y sin mapas, pasas ratos de
incertidumbre.... si no ves los mojones o las fechas amarillas cerca, dudas de
si irás por el buen camino. Otra metáfora más de lo perdida que estás en la
vida cuando no tienes referencias o ideas claras sobre a donde ir, simplemente
andas y no sabes muy bien cual es tu meta.... esa sensación es bastante
inquietante... y la tranquilidad que da ver la fecha amarilla !!!! Eso es saber
que vas por el buen camino !!
En uno de los últimos pueblos ya llegando a Santiago me hizo
gracia que la pescadera pasara con su furgoneta, de casa en casa, vendiendo su
pescado fresco.... pitaba y la gente salía a comprarle pescado... que relax de
vida comparada con la gran ciudad... A veces me da envidia, pero luego no tengo
tan claro que ese tipo de vida sea el que me hiciera feliz...
Y por fin!!! Llegamos al Monte do Gozo.... una subida de
gente en fila india hasta llegar a la colina donde se divisa ya Santiago y
donde todo el mundo se hace fotos delante del famoso monumento. Es la última
parada y a partir da ahí una horita más hasta la catedral... pero ya hay
sensación de haberlo conseguido. Hay una pequeña iglesia y un sello muy
especial para poner en tu credencial del peregrino. Me hice un par de
fotos y seguí ilusionada hacia Santiago, ya cuesta abajo y a toda la velocidad
que me permitían los gemelos...en unos minutos, ya estaba caminando por dentro
de las calles de la ciudad.
Es bonito ver cómo los peregrinos van bajando del Monte do
Gozo y van llegando como hormigas por el mismo camino (el francés) y van
entrando en la ciudad , un goteo de personas con mochilas, palos o bastones que
se dirigen, todas , hacia el mismo lugar. Vas siguiendo las señales del camino,
que también están dentro de la ciudad, o al peregrino que llevas delante....
todos aceleramos el paso porque el objetivo final ya está cerca. En una de las
calles atisbas a lo lejos, entre tejados, una de las torres de la Catedral... y
piensas: ¡ya estoy! ¡¡¡Animo Paloma, esto está hecho!!!!!! y vas, si cabe, aún
más rápido, medio corriendo....
La llegada a la Catedral es maravillosa, por esas calles del
barrio histórico tan bonita. Llegas a la Plaza del Obradoiro por unas escaleras
con una bóveda encima donde un hombre toca la gaita para recibir a los peregrinos.
los pelos de punta cuando unos metros antes empiezas a escuchar la gaita, y las
lágrimas a punto de caramelo. Fue muy emocionante. Los peregrinos saltan, se
abrazan, llegan juntos agarrados de la mano.... es una sensación tan bonita y
satisfactoria, y la gaita hace que el corazón se te encoja.... Yo bajé las
escaleras emocionadísima y lo primero ví a Celia y a Antonio, con una sonrisa
enorme esperándome con los brazos abiertos. Celia se lanzó hacia mí,
"mamiiiiiiiiii" y a mí se me caía la baba, las lágrimas, todo!!! Cómo
les he echado de menos, pero que maravilla de semana, qué sensación tan
bonita.
Mil besos y abrazos para luego compartir con el resto de
peregrinos la tranquilidad de ya de estar allí, en la Plaza del Obradoiro, la
sensación de haber conseguido nuestro sueño,nuestra meta, nuestra ilusión...
unos a pie, otros en bici, unos solos, otros en grupos... fotos y más fotos de
la Catedral, de los grupos de amigos.... un poco de regodearse en la meta
cumplida....
Después de las fotos y de los achuchones, Celia , Antonio y
yo entramos en la Catedral. Tenía pendiente muchas cosas, para eso había ido
hasta allí.... Subimos a dar un abrazo al Apóstol, a esa hora no había mucha
gente, y bajamos a ver los restos. Yo dí las gracias por haber podido hacerlo,
por estar allí, por tantas cosas... y quedaron pendientes las mil y una
peticiones que llevaba en mi lista. Pusimos alguna velita a la Virgen y salimos
a comer, que ya era tarde.
Con lo puesto, bastón y mochila incluida, fuimos a comer a
un sitio de la zona, luego una duchita al Hotel y por la tarde Misa del
Peregrino, que es una preciosidad, botafumeiro incluido. El cura nombra los
sitios desde donde han llegado los peregrinos ese día, y desde donde vienen...
Es simplemente increíble la cantidad de gente que peregrina desde los sitios
más lejanos del mundo, y que empieza el peregrinaje tan lejos. Me emocionó
saber qué había gente de la India, de Japón....La catedral estaba llena hasta
los topes, peregrinos destrozado sentados por el suelo, con caras de no
poder con su alma, con las botas de montaña tipo chancla.... machacados
físicamente, pero con el corazón contento, seguían sonriendo... Creo que es uno
de los sitios donde he visto más espiritualidad.
Fue una misa preciosa, me gustó mucho, y pedí por todos los
que llevaba en la lista de mi corazón.... por los que ya no están y siguieron
su propio camino.... por los que se han quedado tristes para que el Apóstol les
de fuerza, por toda mi familia, por los amigos, por los que sufren, por los que
murieron en Lampedusa, por Mateo para que encuentre su médula, por Siria, por
Egipto, por los que viven con cáncer porque pronto nos vamos a curar... Por los
padres de amigas, por las madres de otras, por la salud de muchos amigos, por
tantas y tantas cosas.... pedir, pedir, pedir... pero también dar las gracias.
Gracias por todo lo que tengo , por lo que soy, por lograrlo, por haberlo hecho
posible, por dejarme disfrutar de las cosas, por haberme encontrado conmigo
misma, por querer tanto a tanta gente, por tener una familia increíble, por
sentirme tan querida y apoyada... por estar viva.
El resto del fin de semana fue para disfrutar de mi
maravillosa familia, tomar un buen marisco bien merecido y pasear una y mil
veces por la plaza del Obradoiro, que tiene algo mágico....
La Misa del Domingo también fue preciosa, dedicada a un
montón de discapacitados que habían llegado del Camino. Querer es poder, sin
duda !! Otro gran aprendizaje. Si quieres, lo haces. Lo que sea! No importa sin
vas lento o rápido, pero lo haces ! A tu rítmo y con tu condición... lo que te
propongas en la vida. Cumple tus sueños, sigue tus ilusiones...Que nada te
pare.
Hacía tiempo que tenía ganas de hacerlo, y mi sueño se ha
hecho realidad. Dicen que el Camino de Santiago te transforma. A mí, sin duda,
me ha dejado marcada y espero que todas estas sensaciones y emociones no se me
olviden nunca. Volveré, seguro. Ha habido momentos duros, pero se superan y eso
te hace más fuerte. A veces el sufrimiento hace que veas la vida de otra forma,
te conviertes en una persona distinta...y más sensible al sufrimiento ajeno,
eso sin duda.
Gracias a los que me habéis animado, empujado y seguido en
este bonito reto. Me siento orgullosa, muy llena de vida y feliz.
El camino de la vida sigue, intentaremos entre todos que sea
un "buen camino", de verdad, con sentido .... y aunque tenga
sus altibajos, el Apóstol Santiago nos dará fuerza para continuar avanzando. Yo
se lo he pedido con toda mi fe, espero que me escuche.
Tengo claro que quiero seguir adelante en este bonito y
maravilloso camino de la vida, así que lucharé por ello.
Seguiremos adelante porque con esto PODEMOS!!
Os quiero. Gracias por acompañarme !!
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