Cronica etapa 3, dura pero Palo como siempre, puede con todo! #paloconestopodemos

Hoy he salido de Palas del Rei. Un pueblillo con una iglesia románica maravillosa donde, además de poner mis velas, me quedé a la misa de 8. Fue una misa preciosa porque un cura muy joven explicó el sentido cristiano del camino y porque, además,  un grupo de jóvenes con guitarras tocaban canciones que me recordaban a los scouts y a las misas de mi cole, muy tierno.

También quiero destacar en Palas el Hotel Casa Benilde, de una estrella. Limpísimo y nuevo por 36 euros la habitación....pero sobre todo la sonrisa y la amabilidad desbordante de la gente de recepción. No se puede ser mas agradable e intentar hacer la vida mas fácil a los demás.. Vamos, que son de robar!

He desayunado en una pastelería un zumito, cafe y un cruasán recién sacado del horno que me ha sabido a gloria....viva la dieta del camino! y lista para empezar a andar....Hoy tocaba la etapa mas dura, los casi 30 kms q separan Palas de Arzua. He salido un poco antes para ir mas relajada. Los peregrinos salen como hormiguillas de todos los hoteles, albergues y pensiones del pueblo, y van confluyendo haciendo una especie de coreografía colectiva en el camino señalado dirección Santiago, siguiendo esas flechas amarillas que te van guiando todo el camino. Los peregrinos nos sonreímos con carillas de animo y nos deseamos Buen Camino con una sonrisa de oreja a oreja, eso no deja de maravillarme y alegrarme el día. Vas sola pero acompañada de un montón de gente.

El sol ha empezado a brillar a las 10 de la mañana, pero hacia mas vientito....y me he traído un trajín importante con el vestuario. Me pongo-me quito.....un no parar.....hasta la hora de comer que ha empezado a pegar el sol y me recordó totalmente al verano, manga corta, pantalón corto, sombrero... Esta semana estoy teniendo una suerte increíble con el tiempo, por lo visto la semana pasada llovió bastante, y ese debe ser otro Camino.

Hoy he innovado y la música me ha acompañado una buena parte del camino, y me ha gustado la experiencia....oía canciones tranquilitas que tenían sentido en este momento, o que yo se lo daba..... 

Como la cancion de Rosana "sin miedo sientes q la suerte esta contigo... mejor vivir sin miedo" Que gran verdad, qué gozada vivir sin miedo, ya lo decía Punset. También me ha hecho pensar la canción de José Mercé: "Hay días que no encuentro el sendero de mi esperanza..." , y otras  muchas más canciones. Todo va teniendo sentido, incluso la música que escuchas cuando estás concentrada en tu interior.

La naturaleza también ha sido protagonista hoy: Ya es otoño y el suelo está lleno de hojas marrones, pero siguen quedando hojas que se agarran fuerte a las ramas para no caer con el viento..... Me ha recordado como nos aferramos a la vida para que los zarandeos no nos tiren abajo. Además , el viento movía las hojas y sonaba como un tintineo precioso, que junto al movimiento y el reflejo del sol me recordaba un autentico árbol de Navidad :). Las flores silvestres son de todos los colores, preciosas, amarillas, moradas, rojas....todo color a pesar de la época. Y los caminos siguen pasando entre frondosos árboles llenos de musgo, ríos, mis queridas telas de araña... El color verde esperanza es el que no dejo de ver, en todas las gamas que puedas imaginar, pero verde esperanza todo el rato.

A media mañana he parado a comprar plátanos. Había un puesto en la mitad del camino de una señora mayor que vendía fruta. Así se ganaba la vida.He estado hablando con ella un buen rato, sobre la vida en esa zona, que aunque me parece idílica, también es dura. Hemos hablado mucho sobre el camino y sobre el tipo de gente que lo hace. Ella me decía que aún no lo había hecho, pero que algún día lo hará. Que da lo mismo la edad y la condición, que lo que hacía falta era ilusión. Decía: "con ilusión se llega a donde uno se proponga. Aquí cada uno va con su ilusión a Santiago"......y yo he pensado... que razón tiene: si mi ilusión es pedir salud , por un montón de gente y agradecer muchas cosas.... y con esa ilusión llegaré a Santiago, o a donde me proponga.

Y por fin la mitad del camino. He llegado a comer a Melide, y he comido un pulpito en la famosa y concurrida pulperia Ezequiel, donde estábamos todos los peregrinos en bancos de madera corridos. Es gracioso porque no conoces a casi nadie, y al final les conoces a todos. Te vas cruzando con las mismas caras en los mismos sitios, todos los que empezamos juntos, acabaremos juntos... somos como una promoción de universidad. Es gracioso porque te saludas como si fueran del barrio.

Lo mas impresionante de hoy ha sido conocer a un deportista paraolímpico q vende camisetas y pone sellos en el camino. Se llama Ionut Preda, es rumano y no se muy bien si es un misionero, un ángel.....al menos es seguro uno de esos "amarillos" que aparecen en tu vida, según cuenta Albert Espinosa en su libro "el mundo amarillo", muy recomendable, por cierto. Este buen hombre lleva una prótesis de pie y el año pasado le amputaron también media pierna por un accidente que tuvo cuando era niño. Tiene más de cien medallas paraolímpicas y ha decidido que quiere dedicar su vida a ayudar a los demás, sobre todo a los niños. Ha dado la vuelta al mundo en su bici solo, y vende las camisetas para comprar prótesis a niños que las necesitan. Es como una especie de luz llena de energía que transmite voluntad y bondad. En su cartel dice " si yo puedo, tu también" y en sus camisetas " Muchos sueños podrían volverse realidad si tan solo se creyera en ellos"...y que razón tiene. Hablando un rato con él me he emocionado, me ha dicho " ten fe" .... y la tengo, así que he seguido el camino emocionada y muy tocada  por las experiencias increíbles que contaba este buen hombre. Seguiré sus andanzas. Ha salido en muchos periódicos locales y tiene una web: elparalimpicoviajero.es. Gran persona y gran corazón. Mucho que aprender de él.

 

Y me he acordado mucho de todos los que estamos luchando y superándonos a nosotros mismos, cada uno en lo que nos toca. Hay que seguir adelante, siempre para delante, y si él puede, todos podemos.... A lo largo del día repaso partes de mi cuerpo y las visualizo sanas y fuertes, y también llevo una lista en papel, para no dejarme a nadie, de gente que quiero y que recuerdo, y desde aquí les mando una parte de la energía tan bonita que hay en el camino, espero que les vaya llegando...

 

Y con la impresión de haber conocido a este buen hombre he acabado mi camino... el final se me ha hecho bastante duro. Mucha cuesta y sol de justicia. Antes de llegar a Arzúa , hay un pueblo que se llama Ribadiso que es una monada. Tiene un río, un puentecillo y la gente ya se agolpaba refrescándose los pies en el agua del río. El sitio es ideal, pero por lo visto solo tiene unos albergues de esos que no puedes reservar y que está lleno de jóvenes que no necesitan descansar tanto como yo... Como se me ha pasado la edad y condición, me había reservado un hotel precioso que es un Pazo de 200 años. Ya prometía, pero ha sido como llegar al Paraíso. Pazo Santa María, súper recomendable. Las habitaciones son casitas individuales, un comedor monísimo, todo de piedra, super cenorrio y para rematar el día, un masaje en tu habitación para soltar las piernas..... Esto sí que no tiene precio después de casi 80 kms acumulados en 3 días. Volveré a este sitio, es una auténtica preciosidad y un remanso de paz y buen gusto.

 

Por cierto, así a priori , lo que ví ayer de Arzúa me ha parecido bastante feucho. Lo mejor que tienen, el queso típico de aquí, que me he puesto tibia entre lo que me tomé de postre de la cena con su membrillo,  y con su pan gallego en el desayuno. Buenísimo!

 

Hoy jueves me espera una etapa más corta, hasta O Pedrouzo, 18,5 kms, que me van a parecer coser y cantar después del machaque de ayer. Sigo feliz, mi cuerpo como un roble y muy orgullosa de mí misma. Sobre todo feliz de haber tomado la decisión de hacerlo, y de hacerlo sola. Se lo recomiendo de corazón a todo el mundo, es un lujo dedicarte una semana a ti misma, a mirar hacia dentro y a pensar, o simplemente a respirar profundo, a sentirte viva de verdad.

 

Mañana os cuento más.

Buen Camino y muchos besos!