Voz anónima - Un precioso mensaje de ánimo

Querida Paloma,

En realidad no nos conocemos, podríamos decir que somos 2 desconocidas con ciertas conexiones que bien sé no son casuales. Esta carta podría ser de tu vecino, de una antigua compañera de la Universidad, de aquel novio del que no recuerdas ni el nombre, o una compañera de trabajo de alguien cercano... Hoy mi voz es anónima.

No te conozco, es cierto. Sin embargo tengo muchísimas ganas de abrazarte, de enviarte toda mi energía para este nuevo impulso que necesitas dar.

Me gustaría decirte que si me necesitas estoy, que tienes toda mi admiración y mi cariño. Eres una mujer valiente, una luchadora. Llevo varios años defendiendo que estamos en 

“La década del CORAJE”.  

El que tiene coraje ganará las batallas a todos los niveles (salud, trabajo, amor, etc), por eso sé que tú ganarás la tuya.

Conozco bien tu enfermedad y todos los destrozos físicos, emocionales y mentales que que realiza a su paso.

Sé que hay días en los que ya no quedan ganas, ni fuerzas, en los que el optimismo sale por la ventana y todo se convierte gris...Esos días existen y existirán. Y ahí reside la clave de una puta enfermedad que duele, destruye y sabe bailar tango con la desesperación.

Ánimo Palo, ánimo.

Sé que estás cansada, que el camino es largo y empieza a ser agotador.

Ánimo Palo, ánimo.

Sé que amas a tu familia por encima de todo, que tienes miles de planes por hacer y que tu sonrisa enamora a todos los que tienen la suerte de conocerte.

Ánimo Palo, ánimo.

Sé que hay días en los que te asaltan preguntas. Sé que hay días en los que descrees de la justicia cósmica.

Ánimo Palo, ánimo.

Sigue como hasta ahora. Brilla, cómprate esos taconazos, vístete de verde. Aprendamos a bailar swing, paseemos en moto por la Gran Vía de noche (o de día), recorramos sitios prohibidos, abraza ese muñeco y recupera la niña que llevas dentro.

Ánimo Palo, ánimo.

Apóyate en la gente, déjate querer. En los de siempre, en los nuevos, en los desconocidos, en los que como yo, somos anónimos...

Respira fuerte, respira con la calma de la que espera, llena tus pulmones y sonríe. 

Y con esa sonrisa tranquila, serena, echa a andar...

Ánimo Palo, ánimo.

Te queremos.                                  

                                                                                                                                  Voz anónima.