viernes, 20 de diciembre de 2013
jueves, 19 de diciembre de 2013
miércoles, 18 de diciembre de 2013
martes, 17 de diciembre de 2013
#PALOTUPUEDESCONESTO
Hoy queremos compartir contigo Palo, un mail que nos ha llegado muy dentro, y que seguro que hoy, que es un día especial, te va a dar una fuerza especial.
"No se ni que hora es !!! Ni estoy segura que este sea tu
Mail actual ???
No estoy en mi mejor momento .... Pero terminaba de leer
el libro de María de Villota de la vida es un regalo y con varios de sus
pensamientos en mi interior ;
- Parad en seco como si un accidente ocurriera en
vuestra vida . Xq nuestra vida no es
nuestra ! Es un trozo de tiempo infinito si lo compartes con quien más amas
,con quien más te necesita.
-Te haces más fuerte cuando NO te centras en lo que
te destruye.
- LO LOGRO
porque no sabía que era imposible
!!!.
Y me he acordado de tus palabras del otro día y del blog
!!! No se cuántas horas llevo leyendo ,
he llorado, he disfrutado .... ... No
tengo palabras para decir GRACIAS a tu hermana por esa " lección" de
energía , de entusiasmo por la VIDA , de saber valorar lo importante , de ser
Valiente y Ser PERSONA !!!!!
GRACIAS a ti por compartirlo conmigo y a todos los
#paloconestopodemos porque esa fuerza que no tiene fronteras ni límites y Palo podrá
con esto , estoy segura.
Un besazo enorme , enorme a Palo.
FA"
lunes, 16 de diciembre de 2013
viernes, 13 de diciembre de 2013
jueves, 12 de diciembre de 2013
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Hoy nuestra inspiración viene de uno de los grandes; Benedetti #paloconestopodemos
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti
lunes, 9 de diciembre de 2013
No podía faltar en el blog uno de los últimos hombres buenos....
"Podemos cambiar el mundo y hacer que sea un mundo mejor. Está en tu mano hacerlo realidad".
"La mayor gloria en la vida no consiste en no caer, sino en levantarnos cada vez que caemos."
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Isabel La Católica da su apoyo a la causa!
Gracias Michelle y gracias a Patricia!
Vamos, que #paloconestopodemos
lunes, 2 de diciembre de 2013
viernes, 29 de noviembre de 2013
Tu compis de On Premise de Coke te mandan todo su ánimo!!!
Con mucho cariño, de parte de TODO el departamento!!!!
Lo han hecho con todo su cariño.
Gracias a todos!
jueves, 28 de noviembre de 2013
Bonito discurso de graduación “DON’T WORK. BE HATED. LOVE SOMEONE” DE ADRIAN TAN
NO TRABAJES. SÉ ODIADO. AMA A ALGUIEN.
Quiero agradecer esta oportunidad de impartir este discurso. Es un honor y un privilegio para mí poder hablar durante diez minutos sin miedo de ser contradicho, difamado o sufrir represalias. Digo esto como singapurense y en especial como marido.
Mi esposa es una persona maravillosa y es perfecta en todos los sentidos menos en uno: es editora de una revista; su trabajo consiste en corregir a otra gente. Ha perfeccionado sus aptitudes durante un cuarto de siglo, principalmente en sus conversaciones conmigo.
Por otro lado, yo soy un abogado litigante. En esencia, paso el día haciendo ver a otras personas lo equivocadas que están. Me gano la vida llevando la contraria a los demás.
Y a pesar de todo, hay armonía en nuestro hogar matrimonial. Y eso es porque cuando una editora y un abogado discuten, siempre gana la mujer.
De modo que quiero empezar dando un consejo a los chicos que me escucháis: una vez que os hayáis ganado el corazón de vuestras chicas, no necesitáis salir victoriosos de cada discusión.
El matrimonio se considera uno de los hitos de la vida. Algunos estaréis ya casados; otros nunca lo estaréis; otros os casaréis en el futuro. Algunos de hecho disfrutaréis tanto la experiencia que os casaréis más de una vez; me parece muy bien.
El siguiente gran hito de vuestra vida está sucediendo hoy mismo: vuestra graduación. El fin de vuestra educación. Ya habéis terminado de aprender.
Seguramente os han contado esa gran mentira de que “la vida es un continuo aprendizaje”, y en consecuencia seguiréis estudiando y haciendo másters, posgrados, doctorados y demás. ¿Sabéis qué tipo de gente os viene con ese cuento? Los profesores. ¿No apreciáis un cierto conflicto de interés? Al fin y al cabo, ellos viven de la educación. ¿Qué harían sin vosotros? Necesitan que seáis clientes recurrentes.
La buena noticia es que están equivocados.
La mala noticia es que no necesitáis formaros más porque vuestra vida se ha terminado ya. Del todo. Os puede resultar chocante; al fin y al cabo, sois todavía adolescentes o veinteañeros. La gente os dirá que viviréis hasta cumplir 70, 80 o incluso 90 años. Es vuestra esperanza de vida.
Me encanta esa expresión: “esperanza de vida”. Comprendemos que es una media estadística de la duración de la vida de un conjunto de personas. Pero yo vengo aquí a hablar de un concepto mucho más importante: qué esperáis de vuestra vida.
(…)
Aquí estáis vosotros, veinteañeros, pensando que tendréis por lo menos otros cuarenta años más que vivir. Cuatro décadas largas en las que prosperar.
Malas noticias: leed los periódicos. Continuamente se muere gente con 50, 40, 30 años. Incluso justo después de terminar su graduación. Les decepcionaría mucho no haber alcanzado la edad de su esperanza de vida.
Así que esto es lo que vengo a deciros: ¡olvidaos de vuestra esperanza de vida! Al fin y al cabo, es un promedio. Y vosotros NUNCA querréis ser personas promedio.
Revisad vuestras expectativas. Seguramente aspiráis a trabajar, enamoraros, casaros y formar una familia. Como recién graduados, se os dice que podéis aspirar a conseguir un trabajo con una cierta remuneración, con unos ciertos horarios, y unas ciertas responsabilidades.
Eso es lo que se espera de vosotros. Y si vosotros asumís esas expectativas como propias, habréis malgastado vuestra vida. Os habréis marcado unos límites. Viviréis dentro de unas fronteras que otros han establecido para personas del promedio, corrientes. No tengo nada contra la gente corriente. Pero nadie debería aspirar a ser uno más. Y no necesitas años de formación para prepararte a ser uno más.
LA VIDA ES COMPLICADA
Tenéis que prepararos para vivir un lío permanente. La vida es así. No tienes derecho a esperar nada concreto de ella. La vida no es justa. Lo bueno no compensa lo malo al final. La vida pasa, y no la controlas. Cada día, cada hora, cada momento, te pasarán cosas buenas y malas. Vuestro título recién conseguido es una armadura muy endeble contra el destino.
No déis nada por supuesto. Borrad vuestras expectativas. Simplemente, VIVID. Vuestra vida termina ahora. En este mismo instante, habéis crecido todo lo altos que vais a crecer, estáis en vuestro mejor momento físico, y seguramente nunca seréis más guapos que ahora. No hay nada mejor que esto. Desde ahora, todo irá cuesta abajo. O cuesta arriba. Nadie lo sabe.
¿Qué quiere decir esto en la práctica? Que es bueno que se haya terminado vuestra vida. Porque eso quiere decir que sois libres. Permitidme deciros todas las cosas maravillosas que podéis hacer ahora que sois libres.
RESISTID LA TENTACIÓN DE TENER UN TRABAJO. EN VEZ DE ESO, JUGAD.
Esto es lo más importante: no trabajéis. Trabajo es todo aquello que uno hace por obligación. Por su propia naturaleza, no es lo que queréis hacer.
Trabajar mata. Los japoneses tienen un término, Karoshi, que significa morir por exceso de trabajo. Esa es la forma más drástica en la que trabajar te mata. Pero también te puede matar de forma más sutil. Si trabajas, día a día, poco a poco, se va limando vuestro espíritu, desintegrándose hasta que desaparece. Una roca que se ha desmenuzado en arena y polvo.
Se suele pensar erróneamente que es necesario trabajar. Conoceréis a gente desempeñando trabajos miserables. Os dirán que se están “ganando la vida”. De eso nada. Se están muriendo, malgastando sus efímeras vidas haciendo cosas que les son irrelevantes, en el mejor de los casos, o dañinas, en el peor.
Os dirán que el trabajo ennoblece, que te dignifica. El trabajo os hará libres. Ese eslógan “Arbeit macht frei” presidía la entrada a varios campos de concentración nazi. Es una tomadura de pelo.
No perdáis lo mejor de vuestras vidas haciendo algo que odiáis para poder pasar la pequeña parte restante de vuestra vida en una relativa comodidad. Quizá nunca consigáis ese fin de todas formas.
Resistid la tentación de encontrar un trabajo. En vez de eso, jugad. Buscad algo que os gusta hacer. Y hacedlo, una y otra vez. Acabaréis siendo buenos en ello por dos razones: porque os gusta, y por pura práctica. Esto último tendrá un valor por sí mismo.
Me encanta discutir y me encanta el lenguaje, así que me convertí en un abogado litigante. Lo disfruto e incluso lo haría gratis. Si no estuviera haciendo esto, estaría trabajando en algo parecido que implicara escribir sobre ficción, como por ejemplo periodista deportivo.
Entonces, ¿qué debéis hacer? Buscad vuestro nicho personal. No creo que tengáis que esforzaros mucho para encontrarlo. A estas alturas de vuestras vidas, ya tendréis una buena idea de que es lo que os gusta hacer. De hecho, voy a ir más allá y diré que lo ideal sería que no fuerais capaces de dejar de hacer aquello que os apasiona. A día de hoy ya conoceréis vuestras obsesiones. Si os gusta presumir de lo mucho que sabéis y haceros los superiores, deberíais dedicaros a ser profesores.
Buscad aquella actividad que os llena de energía, os consume, se convierte en una obsesión. Cada día deberíais amanecer con un entusiasmo sin fin. Si no es así, estáis trabajando.
Muchos de vosotros os dedicaréis al mundo de la comunicación. Tengo un segundo mensaje para vosotros: sed cautelosos con la verdad. No os estoy pidiendo que la digáis o la escribáis, porque hay veces que es peligroso o imposible hacerlo. La verdad tiene el poder de ofender y herir, y descubriréis que cuanto más cercanos os sentís a otras personas, más cuidado tendréis que tener para maquillar o incluso esconder la verdad. A veces la virtud está en ser elusivo. Hay que ser habilidoso para ello. Cualquier niño puede soltar la verdad, sin pensar en sus consecuencias. Hay que tener mucha madurez para saber callarla.
Para ser cauteloso con la verdad, primero debes conocerla. Eso exige mucha franqueza con uno mismo. No te engañes.
SED ODIADOS.
Os he dicho que vuestra vida se ha terminado, que no debéis trabajar, y que deberíais cuidaros de decir la verdad. Ahora os digo esto: sed odiados.
No es tan fácil como parece. ¿Conocéis a alguien que os odie? Ahora bien, toda persona que ha hecho alguna contribución clave para la humanidad ha sido objeto de odio, no sólo por una persona, sino por muchos. Ese odio ha sido tan potente que ha provocado que muchas de esas grandes personalidades hayan sido despreciadas, maltratadas, asesinadas, e incluso crucificadas.
No hay que ser malvado para ser odiado. De hecho, a menudo el odio llega como resultado de ser fiel a las propias convicciones. Es mucho más fácil ser querido; se trata únicamente de ser acomodaticio y no tener convicciones firmes. Tiendes a gravitar hacia el centro y te instalas cómodamente en el promedio. Ese no debe ser vuestro papel. Hay demasiada gente mala suelta por el mundo, y si no les estáis molestando, entonces vosotros mismos seréis malos. La popularidad es una señal inequívoca de que algo estáis haciendo mal.
AMAD A OTRO SER HUMANO.
Esta es la otra cara de la moneda: enamoraos.
Observad que no digo “sed amados”. Eso es más comprometido. Si uno cambia su aspecto físico, personalidad y valores, puede conseguir que otros le quieran.
En su lugar, os exhorto a amar a otro ser humano. Os parecerá raro que yo os diga esto. Quizá esperéis que el amor surja espontáneamente, sin buscarlo. Esto es una falacia. La sociedad moderna es contraria al amor. Tenemos puesto un microscopio para magnificar los defectos y errores de los demás. Es mucho más fácil encontrar motivos para no querer, que para querer. Basta un motivo para rechazar a alguien. Amar, por contra, exige una aceptación completa. Es un trabajo arduo. De hecho, es el único trabajo que creo que valga la pena.
Amar a otra persona es muy beneficioso. Es admiración, aprendizaje, atracción, y algo que, en nuestra búsqueda de una palabra que lo exprese mejor, llamamos felicidad. Querer a otro nos inspira a ser mejores en todos los sentidos. Descubrimos lo insignificantes que son las cosas materiales. Nos regocijamos de ser humanos. Amar es alimento para el alma.
Querer es por tanto muy importante, y es fundamental encontrar a la persona adecuada a la que amar.Por mucho que la cultura popular nos diga lo contrario, el amor no sucede de forma inesperada, en forma de flechazo, en mitad de una pista de baile abarrotada. Crece lentamente, hundiendo sus raíces en primer lugar, y brotando y floreciendo después. No es una hierba que se agita sino un árbol que aguanta firme una tormenta.
Descubriréis que cuando tienes alguien a quien amar a tu lado, su rostro importa menos que su cerebro, y su cuerpo importa menos que su corazón.
También descubriréis que tampoco es una tragedia que vuestro amor no sea correspondido. No amáis para que os amen de vuelta. Su valor está en que os inspira.
Por último, descubriréis que no hay medias tintas cuando se trata de amar a alguien. Si amas a alguien, lo haces con cada célula de tu cuerpo, completa y plenamente, sin reservas ni remordimientos. Te consume y renaces, para mejor.
No trabajéis. Cuidaos de decir la verdad. Sed odiados. Amad a alguien.
miércoles, 27 de noviembre de 2013
martes, 26 de noviembre de 2013
lunes, 25 de noviembre de 2013
una bonita historia de superación para empezar la semana....
Un joven era el favorito para ganar la carrera de 400 metros en los Juegos Olímpicos de Verano en Barcelona 1992.
Sin embargo, la desilusión se produjo a 250 metros de la meta final.
Mientras corría a toda velocidad de repente se lastimó el tendón de la pierna y se desplomó a la pista con mucho dolor.La carrera parece acabada.
A pesar del dolor, logró ponerse de pie y comenzó a cojear por la pista.
De repente, un hombre corpulento abrió paso entre la muchedumbre, luchando contra los guardias de seguridad.
El hombre era su padre.
"No tienes que hacer esto" le dijo a su hijo. "Sí, tengo que hacerlo" declaró.
"Pues bien", respondió su padre, "Vamos a terminar esto.... juntos."
El padre abrazó a su hijo y lo ayudó a recorrer los metros finales de la pista.
viernes, 22 de noviembre de 2013
El espejo de Paloma....
Malaque nos envía esta historia que como nos dice, nos recuerda a ella y a su actitud ante la vida!
Le preguntaron a Mahatma Gandhi:
"¿Cuáles son los factores que destruyen al ser humano?"
Él respondió así:
"La Política sin principios,
el Placer sin compromiso,
la Riqueza sin trabajo,
la Sabiduría sin carácter,
los Negocios sin moral,
la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si yo estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargadas, si yo estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo estoy feliz; que la gente es desagradable, si yo soy desagradable; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que yo tenga frente a la vida, es la misma que la vida tendrá ante mí.
"El que quiera ser amado, que ame"
Gracias Malaque
Le preguntaron a Mahatma Gandhi:
"¿Cuáles son los factores que destruyen al ser humano?"
Él respondió así:
"La Política sin principios,
el Placer sin compromiso,
la Riqueza sin trabajo,
la Sabiduría sin carácter,
los Negocios sin moral,
la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si yo estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargadas, si yo estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo estoy feliz; que la gente es desagradable, si yo soy desagradable; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que yo tenga frente a la vida, es la misma que la vida tendrá ante mí.
"El que quiera ser amado, que ame"
Gracias Malaque
jueves, 21 de noviembre de 2013
miércoles, 20 de noviembre de 2013
martes, 19 de noviembre de 2013
lunes, 18 de noviembre de 2013
jueves, 14 de noviembre de 2013
Hábitos de la gente feliz ;) #Felizsanjueves #paloconestopodemos
They surround themselves with other happy people.
Joy is contagious. Researchers of the Framingham Heart Study who investigated the spread of happiness over 20 years found that those who are surrounded by happy people “are more likely to become happy in the future.” This is reason enough to dump the Debbie Downers and spend more time with uplifting people.
They smile when they mean it.
Even if you’re not feeling so chipper, cultivating a happy thought -- and then smiling about it -- could up your happiness levels and make you more productive, according to a study published in the Academy of Management Journal. It’s important to be genuine with your grin: The study revealed that faking a smile while experiencing negative emotions could actually worsen your mood.
They cultivate resilience.
According to psychologist Peter Kramer, resilience, not happiness, is the opposite of depression: Happy people know how to bounce back from failure. Resilience is like a padding for the inevitable hardship human beings are bound to face. As the Japanese proverb goes, “Fall seven times and stand up eight.”
They try to be happy.
Yep -- it’s as simple as it sounds: just trying to be happy can boost your emotional well-being, according to two studies recently published in The Journal of Positive Psychology. Those who actively tried to feel happier in the studies reported the highest level of positive moods, making a case for thinking yourself happy.
They are mindful of the good.
It’s important to celebrate great, hard-earned accomplishments, but happy people give attention to their smaller victories, too. “When we take time to notice the things that go right -- it means we’re getting a lot of little rewards throughout the day,” Susan Weinschenk, Ph.D. told The Huffington Post in May. “That can help with our moods.” And, as Frank Ghinassi, Ph.D. explains, being mindful of the things that do go your way (even something as simple as the barista getting your coffee order right) can make you feel a greater sense of accomplishment throughout the day.
They appreciate simple pleasures.
A meticulously swirled ice cream cone. An boundlessly waggy dog. Happy people take the time to appreciate these easy-to-come-by pleasures. Finding meaning in the little things, and practicing gratitude for all that you do have is associated with a sense of overall gladness.
They devote some of their time to giving.
Even though there are only 24 hours in a day, positive people fill some of that time doing good for others, which in return, does some good for the do-gooders themselves. A long-term research project called Americans’ Changing Lives found a bevy of benefits associated with altruism: “Volunteer work was good for both mental and physical health. People of all ages who volunteered were happier and experienced better physical health and less depression,” reported Peggy Thoits, the leader of one of the studies.
Givers also experience what researchers call “the helper’s high,” a euphoric state experienced by those engaged in charitable acts. “This is probably a literal “high,” similar to a drug-induced high,” writes Christine L. Carter, Ph.D. “The act of making a financial donation triggers the reward center in our brains that is responsible for dopamine-mediated euphoria.”
They let themselves lose track of time. (And sometimes they can’t help it.)
When you’re immersed in an activity that is simultaneously challenging, invigorating and meaningful, you experience a joyful state called “flow.” Happy people seek this sensation of getting “caught up” or “carried away,” which diminishes self-consciousness and promotes the feelings associated with success. As explained by Pursuit-of-happiness.org, “In order for a Flow state to occur, you must see the activity as voluntary, enjoyable (intrinsically motivating), and it must require skill and be challenging (but not too challenging) with clear goals towards success.”
They nix the small talk for deeper conversation.
Nothing wrong with shootin' the you-know-what every now and then, but sitting down to talk about what makes you tick is a prime practice for feeling good about life. A study published in Psychological Science found that those who take part in more substantive conversation and less trivial chit chat experienced more feelings of satisfaction.
"I wish I'd had the courage to express my feelings," is one of the top five regrets of the dying -- a sentiment that hints at the fact that people wish they'd spent less time talking about the weather and more time delving into what it is that makes their heart swell.
They spend money on other people.
Maybe money does buy happiness. A study published in Science found that spending money on other people has a more direct impact on happiness than spending money on oneself.
They make a point to listen.
"When you listen you open up your ability to take in more knowledge versus blocking the world with your words or your distracting thoughts," writes David Mezzapelle, author of Contagious Optimism. "You are also demonstrating confidence and respect for others. Knowledge and confidence is proof that you are secure and positive with yourself thus radiating positive energy." Good listening is a skill that strengthens relationships and leads to more satisfying experiences. A good listener may walk away from a conversation feeling as if their presence served a purpose, an experience that is closely connected with increased well-being.
They uphold in-person connections.
It’s quick and convenient to text, FaceTime and tweet at your buddies. But spending the money on a flight to see your favorite person across the country has weight when it comes to your well-being. "There's a deep need to have a sense of belonging that comes with having personal interactions with friends," says John Cacioppo, Ph.D., the director of the Center of Cognitive and Social Neuroscience at the University of Chicago. Social media, while it keeps us in touch, doesn't allow us to physically touch, which harvests the warm-and-fuzzies and even decreases feelings of anxiety.
They look on the bright side.
Optimism touts plenty of health benefits, including less stress, a better tolerance for pain and, as HuffPost Healthy Living recently reported, longevity among those with heart disease. When you choose to see the silver lining, you're also choosing health and happiness.
Seligman summed up perhaps the greatest characteristic of the optimist in one of his most acclaimed books, Learned Optimism:
Music is powerful. So powerful, in fact, that it could match up to the anxiety-reducing effects of massage therapy. Over a three month period, researchers from the Group Health Research Institute found that patients who simply listened to music had the same decreased anxiety symptoms as those who got 10 hour-long massages. Choosing the right tunes could be an important factor, however, as a happy or sad song can also affect the way we perceive the world. In one experiment where researchers asked subjects to identify happy or sad faces while listening to music, the participants were more likely to see the faces that matched the "mood" of the music. Click here for a few of our favorite mood-boosting jams.
They unplug.
Whether by meditating, taking a few deep breaths away from the screen or deliberately disconnecting from electronics, unplugging from our hyper-connected world has proven advantages when it comes to happiness. Talking on your cell could increase your blood pressure and raise your stress levels, while uninterrupted screen time has been linked to depression and fatigue. Technology isn't going away, but partaking in some kind of a digital detox gives your brain the opportunity to recharge and recover, which -- bonus -- could increase your resilience.
They get spiritual.
Studies point to a link between religious and spiritual practice and mirth. For one, happiness habits like expressing gratitude, compassion and charity are generally promoted in most spiritual conventions. And, asking the big questions helps to give our lives context and meaning. A 2009 study found that children who felt their lives had a purpose (which was promoted by a spiritual connection) were happier.
Spirituality offers what the 20th-century sociologist Emile Durkheim referred to as "sacred time," which is a built-in, unplugging ritual that elicits moments of reflection and calm. As Ellen L. Idler, Ph.D., writes in "The Psychological and Physical Benefits of Spiritual/Religious Practices,":
They make exercise a priority.
A wise, albeit fictional Harvard Law School student once said, "Exercise gives you endorphins. Endorphins make you happy." Exercise has been shown to ease symptoms of depression, anxiety and stress, thanks to the the various brain chemicals that are released that amplify feelings of happiness and relaxation. Plus, working out makes us appreciate our bodies more. One study published in the Journal of Health Psychology found that exercise improved how people felt about their bodies -- even if they didn’t lose weight or achieve noticeable improvements.
They go outside.
Want to feel alive? Just a 20-minute dose of fresh air promotes a sense of vitality, according to several studies published in the Journal of Environmental Psychology. "Nature is fuel for the soul, " says Richard Ryan, Ph.D, the lead author of the studies. "Often when we feel depleted we reach for a cup of coffee, but research suggests a better way to get energized is to connect with nature." And while most of us like our coffee hot, we may prefer our serving of the great outdoors at a more lukewarm temperature: A study on weather and individual happiness unveiled 57 degrees to be the optimal temperature for optimal happiness.
They spend some time on the pillow.
Waking up on the wrong side of the bed isn't just a myth. When you're running low on zzs, you're prone to experience lack of clarity, bad moods and poor judgment. "A good night's sleep can really help a moody person decrease their anxiety," Dr. Raymonde Jean, director of sleep medicine and associate director of critical care at St. Luke’s-Roosevelt Hospital Center told Health.com. "You get more emotional stability with good sleep."
They LOL.
You've heard it before: Laughter is the best medicine. In the case of The Blues, this may hold some truth. A good, old-fashioned chuckle releases happy brain chemicals that, other than providing the exuberant buzz we seek, make humans better equipped to tolerate both pain and stress.
And you might be able to get away with counting a joke-swapping session as a workout (maybe). "The body's response to repetitive laughter is similar to the effect of repetitive exercise," explained Dr. Lee Berk, the lead researcher of a 2010 study focused on laughter's effects on the body. The same study found that some of the benefits associated with working out, like a healthy immune system, controlled appetite and improved cholesterol can also be achieved through laughter.
They walk the walk.
Ever notice your joyful friends have a certain spring in the step? It's all about the stride, according to research conducted by Sara Snodgrass, a psychologist from Florida Atlantic University.
In the experiment, Snodgrass asked participants to take a three-minute walk. Half of the walkers were told to take long strides while swinging their arms and holding their heads high. These walkers reported feeling happier after the stroll than the other group, who took short, shuffled steps as they watched their feet.
Joy is contagious. Researchers of the Framingham Heart Study who investigated the spread of happiness over 20 years found that those who are surrounded by happy people “are more likely to become happy in the future.” This is reason enough to dump the Debbie Downers and spend more time with uplifting people.
They smile when they mean it.
Even if you’re not feeling so chipper, cultivating a happy thought -- and then smiling about it -- could up your happiness levels and make you more productive, according to a study published in the Academy of Management Journal. It’s important to be genuine with your grin: The study revealed that faking a smile while experiencing negative emotions could actually worsen your mood.
They cultivate resilience.
According to psychologist Peter Kramer, resilience, not happiness, is the opposite of depression: Happy people know how to bounce back from failure. Resilience is like a padding for the inevitable hardship human beings are bound to face. As the Japanese proverb goes, “Fall seven times and stand up eight.”
They try to be happy.
Yep -- it’s as simple as it sounds: just trying to be happy can boost your emotional well-being, according to two studies recently published in The Journal of Positive Psychology. Those who actively tried to feel happier in the studies reported the highest level of positive moods, making a case for thinking yourself happy.
They are mindful of the good.
It’s important to celebrate great, hard-earned accomplishments, but happy people give attention to their smaller victories, too. “When we take time to notice the things that go right -- it means we’re getting a lot of little rewards throughout the day,” Susan Weinschenk, Ph.D. told The Huffington Post in May. “That can help with our moods.” And, as Frank Ghinassi, Ph.D. explains, being mindful of the things that do go your way (even something as simple as the barista getting your coffee order right) can make you feel a greater sense of accomplishment throughout the day.
They appreciate simple pleasures.
A meticulously swirled ice cream cone. An boundlessly waggy dog. Happy people take the time to appreciate these easy-to-come-by pleasures. Finding meaning in the little things, and practicing gratitude for all that you do have is associated with a sense of overall gladness.
They devote some of their time to giving.
Even though there are only 24 hours in a day, positive people fill some of that time doing good for others, which in return, does some good for the do-gooders themselves. A long-term research project called Americans’ Changing Lives found a bevy of benefits associated with altruism: “Volunteer work was good for both mental and physical health. People of all ages who volunteered were happier and experienced better physical health and less depression,” reported Peggy Thoits, the leader of one of the studies.
Givers also experience what researchers call “the helper’s high,” a euphoric state experienced by those engaged in charitable acts. “This is probably a literal “high,” similar to a drug-induced high,” writes Christine L. Carter, Ph.D. “The act of making a financial donation triggers the reward center in our brains that is responsible for dopamine-mediated euphoria.”
They let themselves lose track of time. (And sometimes they can’t help it.)
When you’re immersed in an activity that is simultaneously challenging, invigorating and meaningful, you experience a joyful state called “flow.” Happy people seek this sensation of getting “caught up” or “carried away,” which diminishes self-consciousness and promotes the feelings associated with success. As explained by Pursuit-of-happiness.org, “In order for a Flow state to occur, you must see the activity as voluntary, enjoyable (intrinsically motivating), and it must require skill and be challenging (but not too challenging) with clear goals towards success.”
They nix the small talk for deeper conversation.
Nothing wrong with shootin' the you-know-what every now and then, but sitting down to talk about what makes you tick is a prime practice for feeling good about life. A study published in Psychological Science found that those who take part in more substantive conversation and less trivial chit chat experienced more feelings of satisfaction.
"I wish I'd had the courage to express my feelings," is one of the top five regrets of the dying -- a sentiment that hints at the fact that people wish they'd spent less time talking about the weather and more time delving into what it is that makes their heart swell.
They spend money on other people.
Maybe money does buy happiness. A study published in Science found that spending money on other people has a more direct impact on happiness than spending money on oneself.
They make a point to listen.
"When you listen you open up your ability to take in more knowledge versus blocking the world with your words or your distracting thoughts," writes David Mezzapelle, author of Contagious Optimism. "You are also demonstrating confidence and respect for others. Knowledge and confidence is proof that you are secure and positive with yourself thus radiating positive energy." Good listening is a skill that strengthens relationships and leads to more satisfying experiences. A good listener may walk away from a conversation feeling as if their presence served a purpose, an experience that is closely connected with increased well-being.
They uphold in-person connections.
It’s quick and convenient to text, FaceTime and tweet at your buddies. But spending the money on a flight to see your favorite person across the country has weight when it comes to your well-being. "There's a deep need to have a sense of belonging that comes with having personal interactions with friends," says John Cacioppo, Ph.D., the director of the Center of Cognitive and Social Neuroscience at the University of Chicago. Social media, while it keeps us in touch, doesn't allow us to physically touch, which harvests the warm-and-fuzzies and even decreases feelings of anxiety.
They look on the bright side.
Optimism touts plenty of health benefits, including less stress, a better tolerance for pain and, as HuffPost Healthy Living recently reported, longevity among those with heart disease. When you choose to see the silver lining, you're also choosing health and happiness.
Seligman summed up perhaps the greatest characteristic of the optimist in one of his most acclaimed books, Learned Optimism:
The defining characteristic of pessimists is that they tend to believe bad events will last a long time, will undermine everything they do, and are their own fault. The optimists, who are confronted with the same hard knocks of this world, think about misfortune in the opposite way. They tend to believe defeat is just a temporary setback, that its causes are confined to this one case. The optimists believe defeat is not their fault: Circumstances, bad luck, or other people brought it about. Such people are unfazed by defeat. Confronted by a bad situation, they perceive it as a challenge and try harder.They value a good mixtape.
Music is powerful. So powerful, in fact, that it could match up to the anxiety-reducing effects of massage therapy. Over a three month period, researchers from the Group Health Research Institute found that patients who simply listened to music had the same decreased anxiety symptoms as those who got 10 hour-long massages. Choosing the right tunes could be an important factor, however, as a happy or sad song can also affect the way we perceive the world. In one experiment where researchers asked subjects to identify happy or sad faces while listening to music, the participants were more likely to see the faces that matched the "mood" of the music. Click here for a few of our favorite mood-boosting jams.
They unplug.
Whether by meditating, taking a few deep breaths away from the screen or deliberately disconnecting from electronics, unplugging from our hyper-connected world has proven advantages when it comes to happiness. Talking on your cell could increase your blood pressure and raise your stress levels, while uninterrupted screen time has been linked to depression and fatigue. Technology isn't going away, but partaking in some kind of a digital detox gives your brain the opportunity to recharge and recover, which -- bonus -- could increase your resilience.
They get spiritual.
Studies point to a link between religious and spiritual practice and mirth. For one, happiness habits like expressing gratitude, compassion and charity are generally promoted in most spiritual conventions. And, asking the big questions helps to give our lives context and meaning. A 2009 study found that children who felt their lives had a purpose (which was promoted by a spiritual connection) were happier.
Spirituality offers what the 20th-century sociologist Emile Durkheim referred to as "sacred time," which is a built-in, unplugging ritual that elicits moments of reflection and calm. As Ellen L. Idler, Ph.D., writes in "The Psychological and Physical Benefits of Spiritual/Religious Practices,":
The experience of sacred time provides a time apart from the “profane time” that we live most of our lives in. A daily period of meditation, a weekly practice of lighting Sabbath candles, or attending worship services, or an annual retreat in an isolated, quiet place of solitude all of these are examples of setting time apart from the rush of our everyday lives. Periods of rest and respite from work and the demands of daily life serve to reduce stress, a fundamental cause of chronic diseases that is still the primary causes of death in Western society. Transcendent spiritual and religious experiences have a positive, healing, restorative effect, especially if they are “built in,” so to speak, to one’s daily, weekly, seasonal, and annual cycles of living
They make exercise a priority.
A wise, albeit fictional Harvard Law School student once said, "Exercise gives you endorphins. Endorphins make you happy." Exercise has been shown to ease symptoms of depression, anxiety and stress, thanks to the the various brain chemicals that are released that amplify feelings of happiness and relaxation. Plus, working out makes us appreciate our bodies more. One study published in the Journal of Health Psychology found that exercise improved how people felt about their bodies -- even if they didn’t lose weight or achieve noticeable improvements.
They go outside.
Want to feel alive? Just a 20-minute dose of fresh air promotes a sense of vitality, according to several studies published in the Journal of Environmental Psychology. "Nature is fuel for the soul, " says Richard Ryan, Ph.D, the lead author of the studies. "Often when we feel depleted we reach for a cup of coffee, but research suggests a better way to get energized is to connect with nature." And while most of us like our coffee hot, we may prefer our serving of the great outdoors at a more lukewarm temperature: A study on weather and individual happiness unveiled 57 degrees to be the optimal temperature for optimal happiness.
They spend some time on the pillow.
Waking up on the wrong side of the bed isn't just a myth. When you're running low on zzs, you're prone to experience lack of clarity, bad moods and poor judgment. "A good night's sleep can really help a moody person decrease their anxiety," Dr. Raymonde Jean, director of sleep medicine and associate director of critical care at St. Luke’s-Roosevelt Hospital Center told Health.com. "You get more emotional stability with good sleep."
They LOL.
You've heard it before: Laughter is the best medicine. In the case of The Blues, this may hold some truth. A good, old-fashioned chuckle releases happy brain chemicals that, other than providing the exuberant buzz we seek, make humans better equipped to tolerate both pain and stress.
And you might be able to get away with counting a joke-swapping session as a workout (maybe). "The body's response to repetitive laughter is similar to the effect of repetitive exercise," explained Dr. Lee Berk, the lead researcher of a 2010 study focused on laughter's effects on the body. The same study found that some of the benefits associated with working out, like a healthy immune system, controlled appetite and improved cholesterol can also be achieved through laughter.
They walk the walk.
Ever notice your joyful friends have a certain spring in the step? It's all about the stride, according to research conducted by Sara Snodgrass, a psychologist from Florida Atlantic University.
In the experiment, Snodgrass asked participants to take a three-minute walk. Half of the walkers were told to take long strides while swinging their arms and holding their heads high. These walkers reported feeling happier after the stroll than the other group, who took short, shuffled steps as they watched their feet.
martes, 12 de noviembre de 2013
¿Qué es el éxito? Palo lo sabe de sobra, y esta definición lo corrobora.
¿Qué es el éxito? Por Ralph Waldo Emerson
"Reir a menudo y mucho; ganar el respeto de gente inteligente y el cariño de los niños, conseguir el aprecio de críticos honestos y aguantar la traición de falsos amigos; apreciar la belleza; encontrar lo mejor de los demás; dejar el mundo un poco mejor, sea con los niños que educas, con una huerta o ayudando a resolver una injusticia social; saber que por lo menos una vida ha respirado mejor porque tú has vivido. Eso es tener ÉXITO."
"Reir a menudo y mucho; ganar el respeto de gente inteligente y el cariño de los niños, conseguir el aprecio de críticos honestos y aguantar la traición de falsos amigos; apreciar la belleza; encontrar lo mejor de los demás; dejar el mundo un poco mejor, sea con los niños que educas, con una huerta o ayudando a resolver una injusticia social; saber que por lo menos una vida ha respirado mejor porque tú has vivido. Eso es tener ÉXITO."
lunes, 11 de noviembre de 2013
Hapiness is a Choice.... Hoy en inglés la maravillosa historia de Enzo, empleado de Coca Cola en Atlanta
On the morning of May 18, 2010, Enzo Piscopo’s alarm clock went off, signaling the start of another work day. Moments later, excruciating pain shot through his back.
“I screamed so loud that I probably woke up the whole neighborhood,” he recalls.
That scream marked the end of one chapter in Enzo’s life and the beginning of another. A herniated disc had ruptured and become encrusted in his spinal cord, leaving him paralyzed from the waist down. Doctors said he’d likely never walk again.
The last three years have been a challenging, but equally rewarding, journey for Enzo, a Coca-Cola employee since 1996.
He has gone through intense physical therapy and rehabilitation, relearning everyday tasks he previously took for granted and acclimating to life in a wheelchair.
That scream, Enzo adds, also marked the beginning of a life full of intensities. Intense pain. Intense emotion. Intense love and friendship. Intense gratitude. Intense strength and inspiration.
And, above all, intense learning about what it means to be happy.
“These lessons have opened my heart in a way that have made me the happiest I’ve ever been,” the 46-year-old says. “I’ve learned that happiness is not a standard feeling. It has many colors and many shapes. You can’t force happiness... you have to mold it yourself.”
Nearly every day, someone asks Enzo how he can be so optimistic, so cheerful, after such a life-altering injury. It’s a question, he admits, he’s asked himself more than a few times.
One particular conversation changed Enzo’s outlook, he explains. A few weeks after his injury, he was talking to his wife in his hospital room. He was just beginning to process what had happened. Instead of focusing on what he had, he zero-ed in on what he thought he’d lost.
“Feelings of depression were starting to invade every corner of my heart,” he adds.
His wife grabbed him and told him the things that mattered most to them were still intact, and that they would continue to follow their dreams and do everything they love to do, including traveling.
“That conversation has been the pillar of me succeeding in this journey,” he says. “I was reminded that I have the most wonderful wife. I have four beautiful and healthy kids. I have the love of my parents, sisters, friends and co-workers. I live in a great country. I work for the best company in the world. And the list goes on.”
Enzo, who returned to work at Coke three months after his injury, insists that happiness is a choice.
Here are five key lessons he has learned over the last few years:
1) Be Choiceful. “You can find millions of reasons to either be happy or unhappy in your life. The choice is yours. Many people who seemingly have everything are miserable. By the same token, some of the poorest people in the world are deeply happy. The key is prioritizing the things that really matter. You have to stop and smell the roses. Today I make a conscious effort to digest and enjoy all the ‘little things’ that make me happy – such as singing and laughing with my kids. Before my injury, I had a perfect life, but took many things for granted. I constantly challenged myself and looked for the next best thing… a better job, a better house, a stronger relationship with my wife. I still want to improve and grow as a person in all aspects of my life, but I’m now much more focused on enjoying the abundance I already have.”
2) Be Patient. “My disability has made me a much more patient person. For example, getting ready in the morning takes much longer than it did before – up to 90 minutes from the time I wake up until I leave the house. And I now use a wheelchair lift to reach our second-floor bedroom. It goes back to making choices: I can either be bitter and complain, or take a deep breath, enjoy the ride and refuse to let impatience poison my day.”
3) Be Empathetic. “My ‘new’ life has opened my eyes and inspired me to coach a softball team for disabled kids. My kids also have learned to accept – not judge – people for their differences. They are more sensitive and open to people from all walks of life. Each of my four kids has responded differently to my disability. My oldest daughter, for example, has not cut me any slack on my responsibilities as a dad. To her, my wheelchair is irrelevant. And that has been great for helping me realize I’m not disabled... I’m just unable to walk. I’m still able to be a responsible dad and husband, and an effective and efficient employee.”
4) Be Brave. “When I got out of Shepherd, I had to muster the courage to do the things I’ve always loved to do. At the top of that list was traveling. Soon after returning to work at Coke, I took a project assignment in Dubai. Taking a 15-hour flight without being able to get up to use the bathroom and visiting an unfamiliar country was a big deal! But I asked myself, ‘What’s the worst that could happen?' I love traveling and my job, so I decided the potential reward far outweighed the risk. I went, and it was great. Since then, I’ve traveled to Ecuador, Mexico, Peru and Venezuela – where I’m from – for business and pleasure. And I’m getting ready to leave for Japan and China in a few weeks."
5) Be Generous. “When I look around at everything I have, I have no right to complain. In fact, I have a responsibility to give back. I learned this first-hand at the Shepherd Center, where I met Father Thomas, a priest from Uganda. He’s in a wheelchair due to an injury similar to mine. After a motorcycle accident, he did not go through rehab and spent two years in bed. He couldn’t work. He didn’t have an appropriate wheelchair and lived in a place that was not wheelchair accessible. Thanks to the immense heart of an angel named Mary and many others, mountains were moved to bring Father Thomas to Shepherd. And in just a few weeks, he learned all the basic skills needed to return home and not only live life with dignity, but also to become a productive human being again. Meeting Father Thomas and realizing how fortunate I am triggered an uncontrollable urge to pay it forward. My wife and I started a nonprofit organization called The Happiness is a Choice Foundation to help victims of spinal cord injuries in the underprivileged world integrate into their communities and become productive again.
And earlier this year, I came up with the idea to help everyone reap the benefits of giving through simple acts of kindness – anything from volunteering at a local soup kitchen to handing a gift card to a person in need. I organized the International Day of Paying it Forward and set the date for tomorrow, October 8th. So far, 160 people have accepted my invitation on Facebook… that’s 160 acts of kindness we would not have had before. I invite everyone who reads this to join us!”
jueves, 7 de noviembre de 2013
miércoles, 6 de noviembre de 2013
De luchadoras a luchadora! Hoy el campeonato de España de Rugby femenino sabe que #Paloconestopodemos
Gracias Amaia por acordarte de Palo y gracias a tu equipazo, selección femenina de rugby de nuestra tierra que participó en la foto!!!! Para nosotros sois las ganadoras.
martes, 5 de noviembre de 2013
lunes, 4 de noviembre de 2013
"NUNCA DEJÉIS DE CREER EN VOSOTROS MISMOS Y NO PERMITAIS NUNCA QUE ALGUIEN OS DIGA, QUE NO SOIS CAPACES DE HACER CUALQUIER COSA QUE OS PROPONGÁIS. NUNCA DEJÉIS DE SOÑAR´´
Un precioso ejemplo que nos envía Manuel Arroyo:
Queridos amigos,
Quería dedicaros estos dos vídeos.
Todos nos encontramos retos a diario. A veces, hasta las cosas mas pequeñas, las barreras mas mínimas se nos hacen montañas. Pero hay veces que tenemos la suerte de encontrar a alguien que nos ayuda a poner la perspectiva adecuada.
Ramón es un enfermo de esclerosis múltiple al que la enfermedad le sorprendió con apenas 30 años de edad. Todo un futuro truncado ya que esta enfermedad degenerativa y sin cura puede acabar en una vejez relativamente normal o muchas veces paralizado completamente a los 40 años. Una de las pocas certidumbres de esta enfermedad es que poco después de cada episodio (infartos cerebrales) al comprobar que hay una nueva zona del cuerpo que no obedece a las ordenes de tu cerebro, tras una fase de las clásicas preguntas de "por que yo, por que a mí?", suelen caer en profundas fases de depresión.
La historia de Ramón arranco un sábado otro sábado triste y aburrido frente al televisor, sin ganas de hacer nada ni de estar con nadie, ya que, por otra parte, sus 105 kilos ya no le permitían poner en problemas a la mitad del equipo nacional de ski tal y como hizo solo 10 años antes.
Ese sábado Borja, su hijo mayor de 4 años, cansado de las negativas, le dijo a su padre: "Papa, porque estas siempre triste? Es que no te diviertes jugando conmigo? Esas palabras tuvieron el efecto de un electro-shock. Ese dia Ramon decidió levantarse del sofa y ponerse a correr....sin parar.... Todo el mundo le dijo que no debía ...incluyendo ese medico que predijo que no seria capaz ni de correr 200 metros. Excepto Inma, la misma que a los pocos meses de haber empezado el noviazgo con Ramon cuando supo del diagnostico de la enfermedad, decidió casarse con Ramon a pesar de saber que tendría una alta probabilidad de acabar cuidando de un minusvalido el resto de su vida.
La historia de Ramon es una historia de coraje, de raza, de corazon y de liderazgo, pero sobre todo de generosidad. Lo que empezo como un reto egoista para demostrarle a un medico de cuerpos pero un cancer de motivaciones que estaba completamente equivocado, acabo en una proeza con el único fin de sacar a esos cientos de miles de "Ramones" que no hay tiempo que perder y que con optimismo, determinación y trabajo duro se puede conseguir cualquier cosa, te diga quien te diga que no es posible.
Ramon Arroyo es mi hermano menor. Y un ejemplo "mayor" para mi y para toda nuestra familia que siempre nos iluminara para conseguir lo que nos propongamos poniendo mucha relatividad a lo que nos parecen en el dia a dia "problemas" o "dificultades".
Espero que os guste el video (y para los "Coca-Cola) solo aclararos que el sponsorship de Powerade lo financio al 100% su hermano Manolo que se encargo de comprarle el cambio electronico de la bicicleta.
GRACIAS MANUEL POR EL MARAVILLOSO TESTIMONIO, Y DESDE AQUÍ NUESTRA ADMIRACIÓN A TU HERMANO RAMÓN, GENTE COMO ÉL NOS INSPIRA PARA SEGUIR LUCHANDO.
Informe Robinson de ramon
Queridos amigos,
Quería dedicaros estos dos vídeos.
Todos nos encontramos retos a diario. A veces, hasta las cosas mas pequeñas, las barreras mas mínimas se nos hacen montañas. Pero hay veces que tenemos la suerte de encontrar a alguien que nos ayuda a poner la perspectiva adecuada.
Ramón es un enfermo de esclerosis múltiple al que la enfermedad le sorprendió con apenas 30 años de edad. Todo un futuro truncado ya que esta enfermedad degenerativa y sin cura puede acabar en una vejez relativamente normal o muchas veces paralizado completamente a los 40 años. Una de las pocas certidumbres de esta enfermedad es que poco después de cada episodio (infartos cerebrales) al comprobar que hay una nueva zona del cuerpo que no obedece a las ordenes de tu cerebro, tras una fase de las clásicas preguntas de "por que yo, por que a mí?", suelen caer en profundas fases de depresión.
La historia de Ramón arranco un sábado otro sábado triste y aburrido frente al televisor, sin ganas de hacer nada ni de estar con nadie, ya que, por otra parte, sus 105 kilos ya no le permitían poner en problemas a la mitad del equipo nacional de ski tal y como hizo solo 10 años antes.
Ese sábado Borja, su hijo mayor de 4 años, cansado de las negativas, le dijo a su padre: "Papa, porque estas siempre triste? Es que no te diviertes jugando conmigo? Esas palabras tuvieron el efecto de un electro-shock. Ese dia Ramon decidió levantarse del sofa y ponerse a correr....sin parar.... Todo el mundo le dijo que no debía ...incluyendo ese medico que predijo que no seria capaz ni de correr 200 metros. Excepto Inma, la misma que a los pocos meses de haber empezado el noviazgo con Ramon cuando supo del diagnostico de la enfermedad, decidió casarse con Ramon a pesar de saber que tendría una alta probabilidad de acabar cuidando de un minusvalido el resto de su vida.
La historia de Ramon es una historia de coraje, de raza, de corazon y de liderazgo, pero sobre todo de generosidad. Lo que empezo como un reto egoista para demostrarle a un medico de cuerpos pero un cancer de motivaciones que estaba completamente equivocado, acabo en una proeza con el único fin de sacar a esos cientos de miles de "Ramones" que no hay tiempo que perder y que con optimismo, determinación y trabajo duro se puede conseguir cualquier cosa, te diga quien te diga que no es posible.
Ramon Arroyo es mi hermano menor. Y un ejemplo "mayor" para mi y para toda nuestra familia que siempre nos iluminara para conseguir lo que nos propongamos poniendo mucha relatividad a lo que nos parecen en el dia a dia "problemas" o "dificultades".
Espero que os guste el video (y para los "Coca-Cola) solo aclararos que el sponsorship de Powerade lo financio al 100% su hermano Manolo que se encargo de comprarle el cambio electronico de la bicicleta.
GRACIAS MANUEL POR EL MARAVILLOSO TESTIMONIO, Y DESDE AQUÍ NUESTRA ADMIRACIÓN A TU HERMANO RAMÓN, GENTE COMO ÉL NOS INSPIRA PARA SEGUIR LUCHANDO.
Informe Robinson de ramon
martes, 22 de octubre de 2013
lunes, 21 de octubre de 2013
viernes, 18 de octubre de 2013
jueves, 17 de octubre de 2013
No es un clasico video de automotivacion, pero es un "soplo de aire fresco" para un dia duro :-)
Gracias Marcos por el video!
miércoles, 16 de octubre de 2013
A qué suena tu corazón?
http://creatividadabordo.com/un-artista-crea-una-maquina-que-transforma-los-latidos-del-corazon-en-musica/
Bonita iniciativa...
Un artista crea una máquina que transforma los latidos del corazón en música
martes, 15 de octubre de 2013
lunes, 14 de octubre de 2013
No podíamos dejar de compartir la última etapa de Palo, maravillosa crónica de nuevo. Palo buen camino de Vida. Sabemos que lo vas a tener.
Y por fín llegó la última etapa, la quinta, en la que iba a
llegar a Santiago... estaba nerviosa por encontrarme allí a Celia y a Antonio,
y emocionada por conseguir mi reto personal.
Me levanté, como todos los días, sobre las 8. Había dormido
en el Hostal Platas, que está estupendo, limpísimo y de sobra para lo que yo
necesitaba. Por cierto, me dieron una habitación que daba a la parte de atrás,
con unas vistas a un bosque verde inmenso que no tenían precio. Me llamó la
atención que en el baño tuvieran un cartel que decía que por favor la gente no
usara las toallas blancas para el uso de betadine y demás productos, que por
favor pidieran gasas en recepción. Las toallas del hostal eran blancas e imagino
que a estas alturas del Camino ya había mucha ampolla que curar y mucho
destrozo en los pies, y me temo que también en las toallas.
Mis pies estaban perfectos, como si viniera de dar un paseo
por la playa... Increíble. Imaginio que unos buenas zapatillas que me regaló mi
chico más el aceite de romero bien untado antes de ponerte el calcetín han
hecho que no hayan sufrido nada. He tenido agujetas , pero nada de ampollas,
eso es verdad y hace que mi camino haya sido mucho más placentero... De hecho
este último día la gente iba andando como podía, unos con zapatillas de tiras
de velcro, otros con chanclas.... e incluso vi una señora con zapatillas de
casa, de esas de cuadros marrones totalmente cerradas con suela de goma. Cada
peregrino llegaba como podía, pero llegaba, eso era lo importante.
Bajé a desayunar al bar de al lado de la Pensión, estaba
concertado el desayuno con ellos, y me sorprendió que no hubiera nadie
desayunando. Pregunté y me dijeron que muchos peregrinos se habían ido a las 6
de la mañana, querían llegar a la Misa de la Catedral de por la mañana.... con
lo cual me sentí como la última peregrina de la tierra... más sola que la
una desayune´y más sola que la una salí de Pedrouzo, un pueblo que tampoco vale
gran cosa, la verdad.
El primer trayecto de la marcha , también por un bosque
maravilloso, como de cuento , lo caminé sola. Fue como una hora o así, muy
cerrado , lleno de musgo y donde no podía entrar ni un rayo de sol, así que
hacía bastante frío. Disfruté viendo la forma caprichosa de los árboles,
el musgo.... la naturaleza tan verde e inmensa que había. El Camino me había
regalado otro día de sol precioso, soy una suertuda !!!
Ya me dijo una chica de la zona que para que eso estuviera
así, tan verde ESPERANZA, se necesita mucha lluvia...era el peaje que los
gallegos tienen que pagar para tener esa maravilla de paisaje.
Después de esa hora de relax y de disfrute del paisaje crucé
una carretera y salí a una zona más abierta donde ya había solecito, y donde
había un bar y una terraza estupenda a pleno sol.... llena de extranjeros!!!!
Me hace una gracia que vean una terraza al sol y se hagan fuertes. Todos con
sus cafés, cervezas, en camiseta y disfrutando de ese rato de sol para llenarse
de energía. Todos riendo y felices porque ya quedaba poco para Santiago. Esta
etapa eran solo 20kms. y pico, hasta la Catedral unos 22... pero se
hacían con la ilusión de llegar a la Meta propuesta. Entré al baño del
bar y seguí mi camino.... iba con la ilusión de llegar a Santiago para ver a
Celia y a Antonio, y no quería que se me hiciera muy tarde. Confieso que estaba
nerviosa.
Hoy hacía más fresco que otros días y viento, pero el cielo
seguía estando azúl. Vaya regalazo de semana, ni encargándola la hubiera
conseguido tan bonita.
Empezamos unos tramos de subidas y bajadas donde los
peregrinos que me iba encontrando iban más o menos despacio, así que nos
cruzábamos varias veces. Yo paraba a quitarme el forro, o ellos paraban a beber
agua, o lo que fuera... así que te cruzabas y te sonreías varias veces, ya con
la ilusión de que la meta estaba cerca. Hoy más que "Buen Camino"
tocaba decir ¡¡Animo, que ya estamos!!. En el día de la llegada a
Santiago las sonrisas eran , si cabe, más grandes que el resto de los días, y
eso que los compañeros iban bastante más jorobados... mucha cojera, en general,
mucho apoyo de bastones... se notaba que algunos ya iban en las últimas, pero
aún así sonrisas enormes. Qué gozada. Yo iba a hacer 111,5 kms , pero había
gente que venía de mucho más lejos.... De hecho , sellé mi credencial en
Santiago junto a un señor que se había hecho 1.000 kms a pie y estaba como una
pera, con un orgullo que no le cabía en la casa del Peregrino :)
Cuando pasé por Lavacolla empecé a oir los aviones y ya
pensaba en mis chicos volando hacia Santiago, en un rato les vería. Es
impresionante los símbolos que sigue habiendo en el Camino. Toda la verja que
rodea el aeropuerto está llena de cruces hechas con dos palos de madera y
enganchadas a la verja. Muchas veces no ves los símbolos oficiales, las flechas
amarillas del camino, pero cuando ves estos símbolos que los peregrinos van
haciendo, sabes que vas por el sitio correcto.
Confieso que a veces, al ir sola y sin mapas, pasas ratos de
incertidumbre.... si no ves los mojones o las fechas amarillas cerca, dudas de
si irás por el buen camino. Otra metáfora más de lo perdida que estás en la
vida cuando no tienes referencias o ideas claras sobre a donde ir, simplemente
andas y no sabes muy bien cual es tu meta.... esa sensación es bastante
inquietante... y la tranquilidad que da ver la fecha amarilla !!!! Eso es saber
que vas por el buen camino !!
En uno de los últimos pueblos ya llegando a Santiago me hizo
gracia que la pescadera pasara con su furgoneta, de casa en casa, vendiendo su
pescado fresco.... pitaba y la gente salía a comprarle pescado... que relax de
vida comparada con la gran ciudad... A veces me da envidia, pero luego no tengo
tan claro que ese tipo de vida sea el que me hiciera feliz...
Y por fin!!! Llegamos al Monte do Gozo.... una subida de
gente en fila india hasta llegar a la colina donde se divisa ya Santiago y
donde todo el mundo se hace fotos delante del famoso monumento. Es la última
parada y a partir da ahí una horita más hasta la catedral... pero ya hay
sensación de haberlo conseguido. Hay una pequeña iglesia y un sello muy
especial para poner en tu credencial del peregrino. Me hice un par de
fotos y seguí ilusionada hacia Santiago, ya cuesta abajo y a toda la velocidad
que me permitían los gemelos...en unos minutos, ya estaba caminando por dentro
de las calles de la ciudad.
Es bonito ver cómo los peregrinos van bajando del Monte do
Gozo y van llegando como hormigas por el mismo camino (el francés) y van
entrando en la ciudad , un goteo de personas con mochilas, palos o bastones que
se dirigen, todas , hacia el mismo lugar. Vas siguiendo las señales del camino,
que también están dentro de la ciudad, o al peregrino que llevas delante....
todos aceleramos el paso porque el objetivo final ya está cerca. En una de las
calles atisbas a lo lejos, entre tejados, una de las torres de la Catedral... y
piensas: ¡ya estoy! ¡¡¡Animo Paloma, esto está hecho!!!!!! y vas, si cabe, aún
más rápido, medio corriendo....
La llegada a la Catedral es maravillosa, por esas calles del
barrio histórico tan bonita. Llegas a la Plaza del Obradoiro por unas escaleras
con una bóveda encima donde un hombre toca la gaita para recibir a los peregrinos.
los pelos de punta cuando unos metros antes empiezas a escuchar la gaita, y las
lágrimas a punto de caramelo. Fue muy emocionante. Los peregrinos saltan, se
abrazan, llegan juntos agarrados de la mano.... es una sensación tan bonita y
satisfactoria, y la gaita hace que el corazón se te encoja.... Yo bajé las
escaleras emocionadísima y lo primero ví a Celia y a Antonio, con una sonrisa
enorme esperándome con los brazos abiertos. Celia se lanzó hacia mí,
"mamiiiiiiiiii" y a mí se me caía la baba, las lágrimas, todo!!! Cómo
les he echado de menos, pero que maravilla de semana, qué sensación tan
bonita.
Mil besos y abrazos para luego compartir con el resto de
peregrinos la tranquilidad de ya de estar allí, en la Plaza del Obradoiro, la
sensación de haber conseguido nuestro sueño,nuestra meta, nuestra ilusión...
unos a pie, otros en bici, unos solos, otros en grupos... fotos y más fotos de
la Catedral, de los grupos de amigos.... un poco de regodearse en la meta
cumplida....
Después de las fotos y de los achuchones, Celia , Antonio y
yo entramos en la Catedral. Tenía pendiente muchas cosas, para eso había ido
hasta allí.... Subimos a dar un abrazo al Apóstol, a esa hora no había mucha
gente, y bajamos a ver los restos. Yo dí las gracias por haber podido hacerlo,
por estar allí, por tantas cosas... y quedaron pendientes las mil y una
peticiones que llevaba en mi lista. Pusimos alguna velita a la Virgen y salimos
a comer, que ya era tarde.
Con lo puesto, bastón y mochila incluida, fuimos a comer a
un sitio de la zona, luego una duchita al Hotel y por la tarde Misa del
Peregrino, que es una preciosidad, botafumeiro incluido. El cura nombra los
sitios desde donde han llegado los peregrinos ese día, y desde donde vienen...
Es simplemente increíble la cantidad de gente que peregrina desde los sitios
más lejanos del mundo, y que empieza el peregrinaje tan lejos. Me emocionó
saber qué había gente de la India, de Japón....La catedral estaba llena hasta
los topes, peregrinos destrozado sentados por el suelo, con caras de no
poder con su alma, con las botas de montaña tipo chancla.... machacados
físicamente, pero con el corazón contento, seguían sonriendo... Creo que es uno
de los sitios donde he visto más espiritualidad.
Fue una misa preciosa, me gustó mucho, y pedí por todos los
que llevaba en la lista de mi corazón.... por los que ya no están y siguieron
su propio camino.... por los que se han quedado tristes para que el Apóstol les
de fuerza, por toda mi familia, por los amigos, por los que sufren, por los que
murieron en Lampedusa, por Mateo para que encuentre su médula, por Siria, por
Egipto, por los que viven con cáncer porque pronto nos vamos a curar... Por los
padres de amigas, por las madres de otras, por la salud de muchos amigos, por
tantas y tantas cosas.... pedir, pedir, pedir... pero también dar las gracias.
Gracias por todo lo que tengo , por lo que soy, por lograrlo, por haberlo hecho
posible, por dejarme disfrutar de las cosas, por haberme encontrado conmigo
misma, por querer tanto a tanta gente, por tener una familia increíble, por
sentirme tan querida y apoyada... por estar viva.
El resto del fin de semana fue para disfrutar de mi
maravillosa familia, tomar un buen marisco bien merecido y pasear una y mil
veces por la plaza del Obradoiro, que tiene algo mágico....
La Misa del Domingo también fue preciosa, dedicada a un
montón de discapacitados que habían llegado del Camino. Querer es poder, sin
duda !! Otro gran aprendizaje. Si quieres, lo haces. Lo que sea! No importa sin
vas lento o rápido, pero lo haces ! A tu rítmo y con tu condición... lo que te
propongas en la vida. Cumple tus sueños, sigue tus ilusiones...Que nada te
pare.
Hacía tiempo que tenía ganas de hacerlo, y mi sueño se ha
hecho realidad. Dicen que el Camino de Santiago te transforma. A mí, sin duda,
me ha dejado marcada y espero que todas estas sensaciones y emociones no se me
olviden nunca. Volveré, seguro. Ha habido momentos duros, pero se superan y eso
te hace más fuerte. A veces el sufrimiento hace que veas la vida de otra forma,
te conviertes en una persona distinta...y más sensible al sufrimiento ajeno,
eso sin duda.
Gracias a los que me habéis animado, empujado y seguido en
este bonito reto. Me siento orgullosa, muy llena de vida y feliz.
El camino de la vida sigue, intentaremos entre todos que sea
un "buen camino", de verdad, con sentido .... y aunque tenga
sus altibajos, el Apóstol Santiago nos dará fuerza para continuar avanzando. Yo
se lo he pedido con toda mi fe, espero que me escuche.
Tengo claro que quiero seguir adelante en este bonito y
maravilloso camino de la vida, así que lucharé por ello.
Seguiremos adelante porque con esto PODEMOS!!
Os quiero. Gracias por acompañarme !!
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